miércoles, 18 de abril de 2012

¿Los videojuegos de segunda mano hunden la industria?

He seguido con mucho interés el debate que se ha dado en Gamesindustry acerca del "problema" de los videojuegos de segunda mano. No es un tema nuevo. Además de la piratería, muchas empresas han situado como blanco de sus críticas al mecanismo que se han montado muchas tiendas (sin ir muy lejos, GAME, de la que tanto hemos hablado aquí) por el que los consumidores, después de haberse cansado de un juego, lo venden o lo cambian por un vale en la tienda, para que luego la misma tienda lo revenda a un precio más barato a otros consumidores. Un sistema que da unos buenos ingresos extra a los tenderos pero que enfada a los distribuidores.

Step three: Profit!
En el lado de los críticos de la segunda mano, tenemos a Richard Browne. Para resumir, dice que la piratería y la segunda mano están quemando energías de la industria del videojuego para no perder sus ingresos, lo cual provoca, entre otras cosas:

  • El declive de los modos para un jugador en favor del multijugador, para que los usuarios no suelten su copia original. Al final, se incluye el modo multijugador hasta en las situaciones más absurdas.
  • El miedo a arriesgarse. ¿Innovación? ¿Para qué? ¿Para que revendan mi juego enseguida? Ah, no, sólo desarrollaré aquellos productos que se vendan como churros. Lo cual nos conduce a...
  • Pérdida de variedad en los juegos. Se produce un amalgamiento de géneros populares (shooters ante todo) y multijugador hasta en la sopa. Nadie se arriesga y los pequeños estudios desaparecen.

Le lleva la contraria John Walker, con el artículo "El precio está mal". Aunque no pide expresamente que las empresas de videojuegos bajen sus precios para estimular el mercado, no se corta al señalar que los precios de lanzamiento (60 euros por estos lares) son la causa de los males que señalaba Browne.
  • Con los precios de salida actuales (y la crisis en la que estamos, añadiría yo), pocos se pueden permitir el lujo de comprar todos sus juegos de lanzamiento. De media, sólo se compran nueve títulos por consola.
  • Es precisamente este riesgo financiero lo que mueve al consumidor a ir a lo seguro. Si los precios son caros, quieren garantías de que se van a divertir. De ahí la falta de variedad en la oferta actual y la necesidad de convencer al usuario de que va a obtener más horas de juego (multijugador).
  • No se pueden contabilizar las ventas de segunda mano como pérdidas a precio de lanzamiento. La segunda mano lo que hace es, precisamente, concienciar al consumidor de la relación entre valor y precio.

Hay muchos argumentos más, claro. Siempre está aquello de "los desarrolladores sólo cobran una vez por juego vendido; las tiendas cobran una y otra vez con la segunda mano", que viene a decir que quieren un porcentaje de las ganancias. Lo cual no deja de sonar un poco mafioso, dado que nadie vigila de manera parecida el mercado de bicicletas usadas, que yo sepa. En fin, tampoco puedo criticar que las tiendas físicas intenten salir a flote cuando la distribución digital amenaza con borrarlas del mapa.

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