viernes, 12 de octubre de 2012

Carta de Derechos del Videojugador

Derechos. Una bonita palabra que a menudo se ve recortada cuando llegan tiempos de crisis, ya sean económicas, políticas o de otro tipo. Pero no siempre. En 1789 los padres fundadores de los Estados Unidos de América se reunieron para crear las diez primeras enmiendas a la Constitución, una constitución que se había redactado en 1787 y que había entrado en vigor el año anterior. Una constitución que aún hoy, más de dos siglos después, sigue vigente (es como los Nokias 3310: en el pasado, la gente hacía las cosas para durar).

El Conejo de Duracell de las constituciones
El caso es que los legisladores americanos de la época consideraron que a la Constitución le faltaban algunas cosillas, de allí esas diez primeras enmiendas que recibieron en su conjunto el nombre de "Carta de Derechos". En unas escuetas líneas que caben en un folio de nada, se reconocían derechos como la libertad de expresión, el derecho de reunión, la prohibición de registros arbitrarios, las garantías judiciales de los acusados y un largo etcétera.


El caso es que la compañía de videojuegos Stardock, creadora de títulos como Galactic Civilizations o Sins of a Solar Empire, en homenaje a los legisladores de aquellas diez enmiendas, publicó en 2008 su propia versión de la Carta de Derechos, pero esta vez para los videojugadores del mundo entero. Los artículos son los siguientes:

  1. Los jugadores tendrán el derecho a devolver al editor los juegos incompatibles o que no funcionen con un nivel de rendimiento aceptable, siéndoles devuelto su dinero en un plazo razonable de tiempo.
  2. Los jugadores tendrán el derecho a que los juegos que compren funcionen como fueron diseñados para ello sin defectos técnicos que pudieran afectar a la experiencia jugable. La determinación de este aspecto será realizada por el jugador.
  3. Los jugadores tendrán el derecho a recibir actualizaciones que corrijan defectos mínimos, así como las que mejoren la jugabilidad basándose en las observaciones de los jugadores, dentro de unos límites razonables.
  4. Los jugadores tendrán el derecho a que sus juegos no necesiten un administrador de descargas externo instalado para funcionar.
  5. Los jugadores tendrán el derecho a que sus juegos funcionen adecuadamente siempre que su hardware cumpla los requisitos mínimos indicados.
  6. Los jugadores no tendrán que soportar que sus juegos instalen drivers ocultos en sus ordenadores.
  7. Los jugadores tendrán el derecho a re-descargar la versión más nueva del juego que hayan comprado.
  8. Los jugadores tendrán el derecho a poder usar sus juegos sin ser incordiados por administradores de protección de copias o de derechos digitales.
  9. Los jugadores tendrán el derecho a jugar a juegos de un jugador sin necesidad de conexión a Internet.
  10. Los jugadores tendrán el derecho a transferir la propiedad de una copia física de un juego que posean  a otra persona.
Esta Carta de Derechos se inclina más por el PC que por otras plataformas, hay detalles en los que a veces se queda corta (Europa ya está hablando de lo que pasa con las copias digitales, no sólo las físicas), y la propia Stardock más de una vez ha vulnerado estos derechos, pero aún así es un paso en la dirección correcta. Si una empresa de videojuegos quiere labrarse una buena reputación entre sus clientes, no haría mal en seguir estas enmiendas, que algún legislador avispado debería poner sobre el papel. El consumidor no es un saco de dinero, es una persona con derechos.

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