martes, 2 de julio de 2013

¿Las demos sirven para vender juegos?


Las demos son una de las pocas herramientas de marketing que son difíciles de aplicar en otros campos que no sean los videojuegos y otros tipos de software. Desde pequeños recorridos cuidadosamente milimetrados, hasta experiencias de juego completas con límite de tiempo, las demos siempre tienen una cosa en común: su gratuidad. Porque tened en cuenta esto: si te cobran por una experiencia jugable, ya no se trata de una demo, sino un contrato comercial y, por tanto, como mínimo un juego a plazos. Sin embargo, hace tiempo que se ha puesto en duda la capacidad de las demos para vender un videojuego.

En el Gamelab de Barcelona, el diseñador y experto en videojuegos Jesse Schell ha afirmado que las demos no tienen un efecto positivo en las ventas. Basándose en datos de Xbox 360, Schell ha extrapolado las ventas medias de juegos con distintas formas de promoción. Los resultados fueron los siguientes:
  • Un juego con trailer pero sin demo vende de media unas 525.000 unidades en 6 meses.
  • Un juego con trailer y demo vende de media unas 250.000 unidades en 6 meses.
  • Un juego sin trailer ni demo vende de media menos de 100.000 unidades en 6 meses.
Como se suele advertir en las estadísticas, la correlación no indica causa-efecto. Es decir, a falta de nuevos datos, esto no quiere decir que las demos reduzcan las ventas de un videojuego per se, sino que los juegos más vendidos no publican demos. En muchos casos, porque no les hace falta.

Y es que una demo, como froma de probar el producto antes de comprarlo, no funciona mucho cuando hablamos de grandes sagas conocidas con jugabilidad harto conocida y machacada. Es más útil cuando hablamos de nuevas IP, especialmente si su jugabilidad difiere de los estándares habituales. Sin embargo, no puedo negar que las demos son un arma de doble filo. Si gustan, es probable que consigan una venta que de otro modo no se produciría. Si no gustan, en cambio, está garantizado que jamás conseguirán esa venta. Por razones evidentes, las demos reducen la incidencia de las "compras a ciegas", lo cual es bueno para el consumidor pero malo para el vendedor.

Si hubiesen tenido una demo...

No obstante, a menos que se disponga de una marca fuerte y reconocida que no necesite presentación, yo defiendo el uso de las demos. Primero, por honestidad con el consumidor (para que no se repitan auténticas estafas como la de Aliens Colonial Marines). Segundo, porque si bien una venta a ciegas es dinero inmediato en caja, una decepción del consumidor garantizará que no se producirán más ventas en el futuro. Siempre duele más haber malgastado 60 euros en un mal título que 0 euros. Así que, respondiendo a la pregunta del artículo, no, no creo que las demos sirvan para vender más juegos, pero sí creo que evitan pérdidas futuras más graves.

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